Ahí los sueños empiezan a ser mucho más conscientes, más vividos,
llenos de color y de mensaje, empieza con lograr ver tus manos
y desde ahí todo lo que sucede es parte de un sueño
en el que manipulas u observas desde otra consciencia dentro de el.
Las imágenes son claras y trascendentes.
No hay duda de que te estas enfrentando a una realidad
que el subconsciente quiere que veas noche a noche
pero no tenemos la capacidad para darnos cuenta de ello.
Esa comunión entre tu Yo “dormido” y tu Yo “despierto”
es una danza perfecta que rompe profundamente con la idea de quien eres
y te acerca un poco más a lo que realmente eres.
Fernando Malkún
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