¡¡SOY EL AMOR que reina en el todo.
SOY LA LUZ que alumbra el universo.
SOY EL AIRE que apaga la llama del fuego.
SOY EL AGUA que riega la Tierra.
SOY EL FUEGO que purifica la Luz.
SOY LA TIERRA que alimenta a sus hijos!!...
¡¡OH Reino Celestial!!... Te pedimos que acabe
la oscuridad del alma y reine la Luz de la Consciencia.
Que reine en la faz de la Tierra la Paz y la Armonía.
Que confiemos los unos a los otros.
Que no olvidemos las infinitas posibilidades
que nacen de la creencia interna.
Que utilicemos aquellos dones que hemos recibido
y que compartamos el amor que nos ha sido dado.
Dejemos que la presencia divina permita
a nuestras almas la felicidad de Amar.
Amplía nuestro entendimiento, refuerza nuestra valentía,
la creencia y la alegría de SER y ESTAR
en el Corazón, Alma y Espíritu Cósmico.
Solo así podremos ser seres justos con nosotros mismos
y ser dignos de entrar en tu Mente de Amor!!...
¡¡Fuerza del Mal, te ordenamos almas de la oscuridad,
retirarse de donde están e ir hacia la Luz.
Almas de la oscuridad, nosotros los seres de Luz,
alumbramos donde no existe la Luz,
aniquilamos la densidad y transformamos la confusión en claridad.
Somos los emisores de todas las energías que estamos recibiendo.
Nuestra presencia multiplicará la energía sanadora por donde caminemos.
Nosotros somos la LUZ que sana, el AMOR que alumbra,
que enseña, que transmuta, que ayuda y que dirige las sombras!!
¡¡No hay fuerza más grande que la nuestra,
porque unidos combatiremos el mal,
arrancaremos las raíces de la fuerza negativa-enferma.
Somos la fuerza donde se apoyan los pilares del universo.
Que la LUZ y el AMOR inunden el planeta Tierra
y que los seres florezcan en la divina energía que envuelve el universo!!...
GRACIAS por la paz que vibra en nuestro corazón.
GRACIAS por toda la alegría y felicidad en nuestra vida.
GRACIAS por sentir tu AMOR.
GRACIAS por enseñarnos a AMAR
GRACIAS porque somos AMOR por todos y por el todo!!...
¡¡QUE ASÍ FUE, QUE ASÍ SEA, QUE ASÍ SERÁ!!
SIN CONOCIMIENTO NO VIVO,
SIN ENTENDIMIENTO NO EXISTO,
SIN AMOR NO SOY
EL SER UNO