Los navegantes antiguos tenían una frase gloriosa:
“Navegar es necesario; vivir no es necesario.”
A mí me sirve el espíritu de esta frase
y sólo le cambiaría su forma
para que se ajuste a lo que yo soy.
Vivir no es necesario; lo que es necesario es crear.
No espero disfrutar mi vida; ni pienso en disfrutarla.
Sólo quisiera volverla grande, aunque para este fin
mi cuerpo y mi alma tengan que ser la leña de la hoguera.
Sólo quisiera volverla de toda la humanidad;
aunque para lograrlo tenga que abdicar de ella como mía.
Cada vez pienso más y más así.
Cada vez coloco más en la esencia
anímica de mi sangre el propósito impersonal
de engrandecer la patria y contribuir
para la evolución de la humanidad.
Esta es la forma que toma en mí el misticismo de nuestra Raza.
Apunte suelto, manuscrito
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