Un
guerrero, primero debe saber que sus actos son inútiles y, a pesar de ello,
proceder como si no lo supiera. Ése es el desatino
controlado del chamán.
Un
guerrero elige un camino con corazón, cualquier camino con corazón, y lo sigue,
y luego se regocija y ríe. Sabe, porque ve,
que su vida se acabará demasiado pronto. Sabe, porque ve, que nada es más importante que lo demás.
Un guerrero vive de actuar, no de pensar en actuar ni de pensar qué pensará cuando haya actuado.
Un guerrero no tiene honor, ni dignidad, ni familia, ni nombre, ni patria; sólo tiene vida por vivir y, en tales circunstancias, su único vínculo con sus semejantes es su desatino controlado.
Un guerrero no tiene honor, ni dignidad, ni familia, ni nombre, ni patria; sólo tiene vida por vivir y, en tales circunstancias, su único vínculo con sus semejantes es su desatino controlado.
Puesto
que ninguna cosa es más importante que otra, un guerrero elige cualquier acto y
lo actúa como si le importara. Su desatino controlado le lleva a decir que lo
que él hace importa y le lleva a actuar como si importara, y sin embargo él
sabe que no es así; de modo que, cuando completa sus actos, se retira en paz,
sin preocuparse en absoluto de si sus actos fueron buenos o malos, si dieron
resultado o no.
Un
guerrero puede optar por permanecer totalmente impasible y no actuar jamás, y
comportarse como si realmente le importara ser impasible. También eso sería
genuinamente correcto, pues también ése sería su desatino controlado.
La Rueda Del Tiempo_Carlos Castaneda
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