Nadie me conoció bajo la máscara de la identidad
ni supo nunca que era una máscara,
porque nadie sabía que en este mundo hay enmascarados.
Nadie supuso que junto a mí estuviera otro que, al fin, era yo.
Vivimos lejanos y desconocidos.
Para unos, esta distancia entre el ser y ellos mismos jamás se revela:
para algunos resulta de cuando en cuando iluminada;
para otros esta es la penosa cotidianidad de la vida.
Saber bien que quien somos no nos atañe,
que lo que pensamos o sentimos es siempre una traducción,
saber todo eso a cada minuto,
sentir todo eso en cada sentimiento,
¿no será ser extranjero en la propia alma,
exiliado en las propias sensaciones?.”
Fernando Pessoa
No hay comentarios:
Publicar un comentario